Cómo controlar y canalizar la ansiedad
01.12.2020
La ansiedad es un mecanismo defensivo-adaptativo que nos protege del peligro, pues nos mantiene alertas y listos para reaccionar frente a riesgos y amenazas.
Si nos sentimos con ansiedad aunque no exista un peligro real, podríamos estar sufriendo un trastorno y debemos acudir a un especialista para que nos ayude. Pero, si esta ansiedad es consecuencia de nuestras preocupaciones del día a día, está en nuestras manos controlarla.

Así que ¡respira un segundo! A veces la vida es complicada, pero todo tiene solución y siempre se puede empezar de nuevo. Si te sientes con un poco de ansiedad, pon en práctica estos consejos. Al principio parecerá difícil controlar la ansiedad, pero con paciencia y esfuerzo lo conseguirás y te sentirás mucho mejor:
del día a día, está en nuestras manos controlarla.

- Expresa tus sentimientos. Esforzarse por controlar tus emociones sea por temor a parecer débil o por preocupar a los demás, aumentará más la tensión emocional y llegará un momento en el que explotarás. Tienes todo el derecho y es perfectamente normal que a veces te sientas triste o preocupada. Cuando eso pase, lo mejor que puedes hacer es liberarte. Estos ejercicios te pueden ayudarán.
- Utiliza la asertividad. Siempre es bueno expresar nuestra opinión, pues nadie puede adivinar nuestros pensamientos. Si alguien hace algo que nos disgusta, lo mejor es que conversemos sobre eso. Guardarnos las cosas puede hacer que vivamos en confusión o resentimiento y convirtamos un simple malentendido en un problema muy grande.
- Vive lentamente. Es importante que aprendas a disfrutar cada momento. Evita el exceso de ocupación, organízate y prioriza aquellas tareas verdaderamente importantes. También, aprende a delegar, no tienes que hacerlo todo.
- Tómate tu tiempo. Para poder pensar claramente, debes alejarte de los problemas. Cuando sientas que hay situaciones que te abruman o te alteran, es necesario que te regales un tiempo a solas para reconectarte contigo. Así, podrás volver a tu vida diaria con la energía renovada.
- Disfruta del presente. El pasado no se puede cambiar y el futuro aún no existe, así que es inútil que gastes energía preocupándote por algo que no puedes manejar. Si te cuesta enfocarte en el presente, esta técnica te ayudará.
- Descansa. Duerme lo necesario y reserva un momento del día para descansar. El cuerpo humano necesita reponer energías día tras día.
paseando o jugando con tus hijos.

- Mantente en actividad. La pasividad aumenta la ansiedad, así que gasta el exceso de energía que tienes haciendo deporte, paseando o jugando con tus hijos. Pueden salir a montar bici o a patinar, que además de ser muy divertido les traerá muchos beneficios. Mira los beneficios de andar en bici y lo divertido y ejercitante que es el patinar.
- Comparte y ríe. Cuando te sientas mal no te aísles, todo lo contrario. Conversar y reír con las personas que más quieres te ayudará a sentirte mejor. ¡Es la mejor terapia!
- Cuida tu alimentación. Lo que comes influye en tu estado de ánimo. Disminuye el consumo de azúcar y almidón (así evitas que el nivel de azúcar en la sangre suba y baje e influya en tus emociones, provocando que éstas varíen aún más) y aumenta el consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en minerales como el magnesio y el potasio. Comer equilibradamente y respetar el horario de las comidas mejorará tu salud física y emocional.
- No busques salidas rápidas a la ansiedad. Fumar, beber alcohol o tomar sustancias tranquilizadoras te perjudican más de lo que te ayudan, porque son adictivas y pueden afectar tu salud. Te pueden aliviar momentáneamente, pero cuando su efecto termine te sentirás peor que antes.
- Enfrenta tus temores. Cuando te enfrentes a algo a lo que le temes, te darás cuenta de que ese miedo solo está en tu cabeza y, sobre todo, que eres tú quien lo controla. Si sientes que no puedes hacerlo por tu cuenta, busca ayuda profesional. Siempre intenta ver el lado positivo de las cosas y no dejes que te consuman los miedos.
- Convierte tu ansiedad en energía positiva. La ansiedad puede ser aprovechada de forma sana como motor para la vida. ¡Canaliza esa energía desbordante y úsala en tu propio beneficio! Puedes ponerte a trabajar o crear nuevas ideas. Seguro los resultados te sorprenderán.