text.skipToContent text.skipToNavigation

Cómo restaurar un mueble

03.09.2020

  • Decoración
Restaurar los muebles es una forma económica de darle nueva vida a los espacios. Con empeño y un poco de imaginación quedarán bellísimos y como nuevos. ¡Manos a la obra!
Aquí te cuento todo lo que debes hacer para dejar como nuevo ese mueble que ya no te gusta tanto pero que aún te sirve o que, por alguna razón, no quieres botar.

Lo primero que debes hacer es revisarlo bien para ver si está en buenas condiciones y vale la pena hacer el trabajo. Verifica que las polillas no hayan dañado la madera y, si tiene lunas o espejos, asegúrate de que no estén rotos. Si lo están, sácalos antes de hacer la restauración. 

Te recomiendo que evites trabajar al aire libre, ya que el viento y el sol resecan la madera y la pintura. Lo ideal es que trabajes en un espacio amplio donde haya una temperatura estable, como un garaje, por ejemplo.

Antes de empezar con la restauración, asegúrate de tener todas las herramientas que necesitas: lijas de varios tamaños y durezas, pinceles, brochas, trapos de algodón, destornilladores, cuchilla, estropajos de aluminio, algodón y una espátula. 

¡Manos a la obra!

Aquí te explico qué es lo que tienes que hacer para que el nuevo mueble que vas a crear, dure muchos años en buen estado:

Limpia
Limpia el mueble a fondo. Es muy importante que quede muy limpio antes de empezar con la restauración.

Pásale un trapo humedecido en agua con un poco de jabón neutro o vinagre. Asegúrate de limpiar bien hasta el último rinconcito.
Si las manchas están en las esquinas, puedes eliminarlas con la ayuda de un cepillo de dientes mojado en disolvente. Una vez terminada la limpieza, déjalo secar.

Si se trata de un armario, ropero, cómoda o cualquier mueble de madera, debes pulirlo. Si no consigues emparejar la superficie a la primera, debes repetir el proceso hasta conseguirlo. Asegúrate de eliminar los clavos y astillas.

Elimina la pintura y el barniz
Para eliminar la pintura y el barniz del mueble, debes aplicar un disolvente. Lo mejor es que vayas a una tienda de mejoramiento del hogar y le preguntes a un experto cuál debes usar, porque hay varias opciones que se pueden aplicar de diferentes  maneras.

Puedes usar acetona que, además de eliminar la pintura seca, desengrasará la superficie. Si eres muy sensible a los olores fuertes, elige un disolvente sin olor. Como te dije, lo ideal es que le expliques al experto qué es lo que necesitas para que él te asesore. Lleva una foto del mueble, para que a él le quede claro lo que quieres hacer. Asegúrate de salir de la tienda con todos los implementos que necesitas. ¡No te olvides de los guantes de goma y de la mascarilla para protegerte!

Una vez eliminada toda la pintura, limpia el mueble con un trapo humedecido en agua. Déjalo secar.

Repara
Tapa las fisuras del mueble con masilla. Rellena los huequitos con la ayuda de una espátula y déjala secar. Luego, lija la superficie. ¡Listo! Ya la tienes como nueva, lista para pintar o barnizar a tu gusto.

Todo depende del acabado que le quieras dar al mueble. Si le vas a echar laca, debes pulir muy bien la superficie. Si le quieres dar un aspecto añejo, este paso no es tan importante.

Pinta
Puedes aplicar en el mueble una capa de barniz mate o satinado o elegir un color vibrante. 

Pinta primero las superficies más grandes con una brocha, empezando cerca de las esquinas y ángulos, pero no justo en ellos. Si quieres un acabado más fino, utiliza un rodillo pequeño especial para muebles. 

A continuación, con una brocha más fina o un pincel grueso, pinta los sitios más pequeños y recónditos.

Te recomiendo las pinturas de látex o acrílicas en acabado satinado o brillante, que son perfectas para pintar muebles de madera. ¡No te imaginas lo que un mueble de un lindo color puede hacer por un espacio!

Aquí te dejo algunas ideas que me encantaron:

 
 
 
¿Estás lista para restaurar tu mueble? ¡Anímate!