Pequeños con buenos modales
03.09.2020
- Tips
Nadie nace sabiendo. Tus niños no aprenden solos y es cierto que a veces pueden ser muy impacientes, inquietos y hasta traviesos, pero con mucha paciencia y mucho amor podrás enseñarles buenos modales que cuando crezcan, les saldrán de forma natural.
De niños es el momento perfecto para hacerlo, pues cuando sean mayores les será más difícil modificar malos hábitos.
Buenos modales en la mesa
Si tus hijos ya cumplieron los 2 años, es el momento perfecto para que empieces a enseñarles buenos modales en la mesa, pues es cuando ya empiezan a comer por sí mismos.
Es bastante probable que se cansen rápido de tus instrucciones y quieran levantarse para ir a jugar, pero no te agobies si no te obedecen. Únicamente debes ponerles límites y normas adecuadas a su edad, y explicarles que deben seguir ciertas reglas para que el momento de comer sea agradable para todos. Los juegos para aprender a portarse bien en la mesa serán claves. Jueguen a que toman el té o tienen invitados a comer. Pueden practicar con sus juguetes, preparando un banquete imaginario con sus peluches y muñecos.
Enséñales que deben:
- Esperar que todos estén sentados en la mesa para empezar a comer.
- Cerrar la boca para masticar y tomarse el tiempo de hacerlo. No deben hablar con la boca llena o comer haciendo ruidos. Enséñales a saborear y disfrutar la comida.
- Sentarse tranquilamente con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo. No poner los codos en la mesa ni apoyar la cabeza en las manos.
- Mantener la boca limpia. Usar la servilleta después de comer y antes de beber.
- Comer lo que se le sirva. No jugar con la comida. No se puede hacer bolitas con el pan o montañitas de arroz. Ya habrá tiempo para que hagan alguna actividad divertida en la cocina, pero en la mesa, hay que comer.
- Escuchar a los demás. No interrumpir a los demás comensales. Esta es una norma esencial que deben cumplir no solo en la mesa, sino siempre que estén presente en una conversación. Pero también, es muy importante dejarlos que se exprese y escucharlos.
- Ser higiénicos. No hurgarse la nariz, ni rascarse, ni toser sin taparse la boca, ni agarrar la comida con las manos.
- Esperar que todos terminen. Debes intentar que permanezcan en la mesa hasta que se haya acabo el postre o que pidan permiso antes de retirarse.
Para ayudarlos a cumplir las reglas:
- Da el ejemplo. Los niños aprenden por imitación y le será más fácil aprender las reglas si ven a los adultos cumplirlas. A pesar de ello, alguna vez puedes simular que te equivocas para que vean que no pasa nada si eso ocurre. Así te corregirán ellos y reforzarás el hábito.
- Ten paciencia. No les enseñes todas las reglas en un solo día porque los confundirás y desanimarás. Debes ir mostrándoles cómo se come correctamente y corrigiéndolos cuando haya que hacerlo.
- No los regañes delante de los demás. No vas a conseguir nada y puedes dañar su autoestima. Puedes tener alguna frase o gesto secreto que solo entiendan ustedes para que corrijas lo que están haciendo mal sin que los demás se enteren.
- Muéstrate efusivo y alábalos cuando vayan haciendo progresos. Algo como "Qué bien se portaron hoy en la mesa. Los felicito", los hará sentir orgullosos y reforzará su buena conducta. Verás que en poco tiempo conseguirás que se porten bien en familia y cuando salgan a comer a la calle.